La Dirección
Empresarial es un proceso continuo, que consiste en gestionar los diversos
recursos productivos de la empresa, con la finalidad de alcanzar los objetivos
marcados con la mayor eficiencia posible.
Dependiendo
del tamaño de la empresa la dirección puede ser ejercida por una sola persona o
por varias distribuidas en diferentes niveles.
Niveles en
la Dirección:
Alta dirección:Corresponde a los altos cargos de la
empresa (Presidente, Director General). Son los máximos responsables del
cumplimiento de los objetivos.
Dirección intermedia:Directivos de fábrica, centro de
trabajo, o jefes de departamento. Asumen principalmente funciones
organizativas.
Dirección operativa:Encargada de asignar tareas y
supervisar a los trabajadores en el proceso productivo (jefes de sección,
división o equipo).
Funciones de
la Dirección:
Para poder
alcanzar los objetivos marcados los directivos deberán llevar a cabo las
siguientes funciones:
Planificación:
Consiste en realizar una previsión
de todo lo que se va a llevar a cabo en la empresa:
Establecimiento de objetivos.
Planes de actuación a corto
(en un año), medio (en 5 años) y largo plazo (más de 5 años).
Políticas de empresa o
principios básicos que sirven de guía en la toma de decisiones.
Procedimientos: son los pasos
que se deben seguir para realizar un trabajo.
Normas o reglas: que informan
de lo que se puede realizar y lo que no.
Presupuesto: valoración
económica de todo lo planificado.
Organización:
Se trata de diseñar una estructura
de empresa con el consiguiente reparto de funciones y responsabilidades.
Su representación gráfica se realiza
mediante el “Organigrama,” que refleja los canales de comunicación y de
relación existentes en la empresa.
Ejecución:
Consiste en llevar a la acción todo
lo planificado previamente, mediante la realización de las tareas necesarias
para alcanzar los objetivos marcados.
Coordinación:
de todas las actuaciones, de manera
que todos los departamentos trabajen de forma sincronizada persiguiendo un
objetivo común.
Control:
Se refiere a la vigilancia de las
realizaciones de los diferentes departamentos, para verificar que todo lo
ejecutado coincide con lo planificado previamente. De manera que se puedan
detectar y corregir las posibles desviaciones que puedan existir.
Existen diferentes sistemas de
control:
Auditorías, tanto en relación
a la contabilidad como a la rentabilidad de los recursos o gestión global
de la empresa. Es preciso realizar recomendaciones para mejorar la
situación.
Control del presupuesto,
comprobando que se cumple lo planificado respecto a los costes reales
soportados y los ingresos obtenidos.
Datos estadísticos: permite
comparar resultados de otros períodos históricos de la empresa o de la
competencia.
Cualidades
de los Directivos:
Vistas las
funciones que deben desempeñar los directivos, éstos deberán desarrollar, entre
otras, las siguientes habilidades personales:
Iniciativa y entusiasmo.
Espíritu emprendedor.
Saber escuchar y saber exponer
sus ideas. Capacidad de comunicación.
Visión crítica de la realidad
que le permita tomar decisiones adecuadas.
Autoconfianza.
Integridad en su actuación,
manteniendo sus compromisos y tratando a todos los subordinados por igual.
Flexibilidad y capacidad de
adaptación a los cambios.
Capacidad de liderazgo, para
influir en sus subordinados con el fin de conseguir los objetivos
marcados.
Capacidad para asumir riesgos.
ESTILOS DE DIRECCIÓN
A la hora de
dirigir un grupo de personas en una empresa u organización, es importante
identificar el estilo de dirección que
se va a aplicar, en función del tipo de trabajo y de la capacidad de los
colaboradores.
Dicho estilo de
dirección contribuirá en gran medida a la consecución de los objetivos y al
clima laboral de la empresa.
Podemos diferenciar los siguientes estilos
de dirección:
1.Estilo
Autocrático:
El jefe impone las normas y sus criterios, sin consultar
con sus subordinados. Es el jefe quien diseña, planifica y asigna el trabajo.
El grado de autoridad es muy elevado y suele generar ambientes de trabajo
tensos.
2.Estilo
Paternalista:
Establece una actitud protectora con los subordinados,
interesándose por sus problemas.
No obstante, es el jefe el que toma las decisiones y ejerce la máxima
autoridad.
3.Estilo
Laissez faire:
El jefe no interviene en las decisiones, no motiva, no
da instrucciones de trabajo, deja libertad de actuación a los empleados, los
cuales realizan libremente su trabajo, tomando sus propias decisiones.
Este tipo de dirección conduce a un desconcierto generalizado, al no estar
definidas las pautas de trabajo.
4.Estilo
Democrático:
El directivo mantiene un equilibrio entre autoridad
(dando orientaciones y marcando pautas) y la libertad de los empleados, que
participan en la toma de decisiones.
Contribuye a crear un clima agradable de trabajo, aunque no siempre es
eficiente.
5.Estilo
Burocrático:
La organización establece una estructura jerárquica, con
normas, pautas de actuación rígidas, de manera que todo se debe desarrollar
conforme a las mismas.
6.Estilo
Institucional:
El directivo se adapta a la situación de trabajo. Es un
buen comunicador, tolerante, con confianza en sus colaboradores que procura
fomentar la participación y sabe recompensar el trabajo realizado.
DELEGACIÓN DE FUNCIONES
Consiste en encomendar a un
colaborador, autoridad y responsabilidad en la toma de decisiones y la ejecución
del trabajo.
Es necesaria para un funcionamiento
ágil y eficaz de una empresa, al tiempo que es factor de motivación para los
trabajadores, que se sienten parte de la empresa, implicándose más activamente
en la consecución de los objetivos marcados.
Reglas a tener en cuenta en la delegación de
funciones:
Delegar las
funciones que pueden ser desempeñadas por otros (más fáciles y
rutinarias).
Otorgar autoridad y
responsabilidad.
Es necesario
incentivar la aceptación de responsabilidades.
Ofrecer la formación
y preparación para asumir las responsabilidades.
Supervisar el
trabajo, ofreciendo una retroalimentación positiva y constructiva.
Ofrecer el apoyo
cuando lo soliciten.
Ventajas de la Delegación de Funciones:
Desarrolla la
capacidad de los trabajadores para tomar decisiones y asumir
responsabilidades.
Motiva a los
trabajadores.
Facilita la
comunicación.
Aumenta la
participación en la empresa.
Permite al directivo
centrarse en las decisiones más importantes.
Los Mandos Intermedios
El perfil del mando intermedio
suele corresponder a profesionales cualificados, con gran conocimiento en su
sector de actividad.
Asume la dirección operativa,
encargándose de asignar tareas y supervisar a los trabajadores en el proceso
productivo. En el siguiente enlace podéis visualizar un ejemplo
de mando intermedio (Video “Jefes” del programa “Comando
Actualidad”).
Funciones del mando intermedio:
Organizar los
procesos productivos.
Coordinar los
diferentes aspectos de su ámbito de actividad.
Supervisar el
trabajo de su equipo, para que todo se desarrolle conforme a lo
planificado.
Vigilar el
cumplimiento de la normativa de seguridad en el trabajo.
Canalizar la
información: Da a conocer a los miembros de su equipo los objetivos de la
empresa, estructura y funcionamiento. Así como transmitir a sus superiores
la información necesaria para la toma de decisiones.
Dirigir, motivar y
crear un buen clima laboral.
Sobre el mando intermedio recae la
doble presión de responder ante sus superiores y no defraudar a su equipo de
trabajo.
Se puede
definir el Liderazgo como «La influencia que una persona (líder) ejerce
sobre un grupo con la intención de obtener un resultado».
Líder es la persona capaz de influir y
guiar a individuos o grupos.
¿El Líder
nace o se hace?
Seguramente
cada uno de nosotros tenemos una opinión al respecto y no estaremos muy
equivocados, ya que esta es una vieja polémica mantenida por teóricos
destacados en el estudio del liderazgo, la administración y la dirección, que
ha generado opiniones diversas al respecto:
Algunos teóricos consideran que
el líder nace con unas cualidades innatas. Mantienen que o se nace
con cualidades como inteligencia, carisma, optimismo, espíritu de lucha,
etc., o no se pueden desarrollar por mucha formación que se reciba.
Otros afirman que esas
cualidades pueden adquirirse mediante el entrenamiento y la experiencia
personal.
La opinión mas generalizada es
la que considera la necesidad de cualidades innatas, pero también
es necesario un entrenamiento y desarrollo posterior, ya que puede
resultar más determinante la formación que se va recibiendo y la
experiencia que se va acumulando.
Podemos
concluir diciendo que el liderazgo se basa en un reconocimiento espontáneo por
parte del resto del equipo. Si el grupo detecta carencias significativas
terminará por rechazarlo, es por ello necesaria la preparación y la experiencia
profesional.
Cualidades
del Líder:
Brillante: destaca entre los demás.
Con visión de futuro.
Activo, con iniciativa para tomar
decisiones y asumir riesgos.
Buen comunicador: sabe
transmitir los mensajes y captar la atención.
Convincente en la negociación.
Inspira confianza y
contagia entusiasmo.
Exigente consigo mismo y con los
empleados.
Carismático, con una habilidad natural
para persuadir a sus seguidores.
Dirección y
Liderazgo:
Si
recordamos los epígrafes anteriores (Dirección Empresarial y Estilos de Dirección), el directivo es la
persona designada por la propia organización, para gestionar los recursos
productivos. Cuenta por tanto con una autoridad formal y un poder
legítimo.
En cambio,
el líder surge de forma espontánea por el reconocimiento y admiración que le
tienen los miembros del grupo. Cuenta por tanto con la autoridad moral.
Hemos de
concluir diciendo que para un funcionamiento eficaz de la empresa y el
desarrollo de un excelente clima laboral, se debe procurar que directivo y
líder sean una misma persona. De esta manera se evitarán conflictos entre
la autoridad formal y la autoridad moral surgida de las relaciones informales
existentes en el entorno de trabajo.
TEORÍAS DEL LIDERAZGO
Debido a la
influencia que tiene el liderazgo en la consecución de objetivos o metas, ha
sido objeto de múltiples estudios, de manera que existen diferentes opiniones,
formas de explicar y por tanto diferentes teorías sobre el liderazgo.
Las más destacadas son:
Teorías de los rasgos o
características personales:
Consideran que el líder nace con
unos rasgos, características o cualidades innatas. Mantienen que o se nace con
cualidades como inteligencia, carisma, optimismo, espíritu de lucha, seguridad,
etc., o no se pueden desarrollar por mucha formación que se reciba. Ejemplos de
líderes innatos serían Martin Luther King, Ernesto Ché Guevara, Madre Teresa de
Calcuta, Margaret Thatcher, Eva Perón, etc.
Teorías del comportamiento de
la persona:
Se basan en la observación del
comportamiento de diferentes líderes.
Aquí podemos destacar:
TEORÍA
X Y TEORIA Y-DOUGLAS
McGREGOR
Una de las teorías más conocidas relacionada con el comportamiento
humano en las organizaciones empresariales es la conocida como Teoría X y
Teoría Y. Creada por el economista estadounidense Douglas McGregor, representa
dos actitudes que agrupan distintas concepciones y prácticas con
relación a la gestión de los recursos humanos. Según esta teoría, la
concepción que los responsables de equipos tengan sobre las personas
serán las que condicionen su estilo de dirección.
Así, frente al taylorismo, que era el
enfoque de la época que consideraba que los trabajadores tienen aversión
al trabajo e intentan evitarlo y, por tanto, el líder debe dirigirlos,
controlarlos y motivarlos a través del dinero, McGregor propuso una
visión alternativa. Según este autor son dos enfoques básicos los que
puede presentar una persona frente al trabajo: la teoría X y la teoría
Y. Estas dos teorías representan la formulación de dos puntos de vista
extremos sobre la conducta humana en el trabajo.
Teoría X
Características:
- Las personas tienen aversión para el trabajo, la mayoría de la gente
debe ser controlada y amenazada con castigos para que se esfuercen en conseguir
los objetivos de la empresa.
· Prefiere ser dirigido, no quiere asumir responsabilidades.
- Es perezoso.
- Busca ante todo su seguridad.
- Su única motivación es el dinero.
Estilo de dirección:
La dirección ante personas de estas características
ha de estar basada en el ejercicio de una autoridad formal, donde la dirección
señala a cada uno lo que debe hacer y cómo hacerlo, marca los tiempos de
realización del trabajo, dicta unas normas a seguir y somete a los empleados a
una constante presión, consiguiendo que hagan los esfuerzos necesarios para
evitar ser sancionados, correspondiendo estas actuaciones a un estilo de
dirección autoritario.
Teoría Y
Características:
·El esfuerzo físico y mental en trabajo es tan natural como en el juego
o el reposo, al individuo promedio no le disgusta el trabajo en sí.
·No es necesario la coacción, la fuerza o las amenazas para que los
individuos se esfuercen por conseguir los objetivos de la empresa.
·Los trabajadores se comprometen
en la realización de los objetivos empresariales por las compensaciones
asociadas con su logro. La mejor recompensa es la satisfacción del ego.
· La gente está motivada y tiene capacidad para asumir responsabilidades
hacia los objetivos organizacionales.
·La mayoría de las personas poseen un alto grado de imaginación,
creatividad e ingenio que permitirá dar solución a los problemas de la
organización.
Estilo de dirección:
El estilo de dirección que se dará en este caso, es
una dirección participativa que proporcionara las condiciones para que las
personas puedan alcanzar los propios objetivos al tiempo que se alcanzan los
organizativos. Los directores deben dar confianza, información y formación, facilitando la participación de
los empleados en la toma de decisiones, así como en la negociación de los
objetivos.
Las
teorías X y Y, dos maneras excluyentes de percibir el comportamiento humano
adoptadas por los gerentes para motivar a los empleados y obtener una alta
productividad.
“Este
comportamiento no es una consecuencia de la naturaleza del hombre. Más bien es
una consecuencia de la naturaleza de las organizaciones industriales, de su
filosofía, política y gestión” McGREGOR
B. Teoría de la Malla Gerencial:
Robert Blake y Jane Mouton, partiendo de
estudios anteriores, elaboraron una rejilla o malla gerencial en la que se
pueden identificar hasta 81 estilos de liderazgo diferentes dependiendo de la
conducta del líder:
c.Si está más
preocupado por las personas
Si su mayor interés es la
producción.
Teoría del Liderazgo
Situacional:
Según esta teoría no existe un
estilo de liderazgo mejor que otro. Lo relevante son las características específicas
de cada situación laboral (empleados, actividad, lugar, etc.) para adaptarse a
ella.
Paul Hersey y Ken Blanchard son los
creadores de este modelo de liderazgo situacional.
Según ellos el estilo de liderazgo
debe elegirse en función de la interacción entre:
La conducta directiva
de tarea: Alta o Baja (órdenes sobre cómo, donde y cuando hacer el
trabajo).
La conducta de relación
o apoyo emocional que ofrece el líder a los empleados: Alta o Baja.
La madurez de los empleados
y su nivel de preparación (señalan 4 niveles de madurez: M1-Baja,
M2-Moderada-M3, M4-Alta).
De esa interacción resultan 4
estilos de liderazgo diferentes:
El líder Instructor:
Es el líder autoritario que dice a
los empleados qué, cómo, cuando y donde realizar la tarea. La comunicación se
realiza de forma unilateral descendente. Es necesario este liderazgo, ya que el
nivel de madurez de los empleados (M1) es muy bajo, necesitan que les indiquen
lo que deben hacer.
El líder Persuasivo:
Tiene un comportamiento directivo
así como de apoyo. En este caso la comunicación circula en ambas direcciones,
ascendente y descendente ya que el nivel de madurez de los empleados es
moderado (M2), quieren pero no saben realizar la tarea.
El líder Participativo:
La toma de decisiones se realiza por
el líder y los empleados, el líder se preocupa de facilitar el trabajo. El
nivel de madurez del empleado es moderado (M3), los empleados saben pero no
quieren asumir responsabilidades.
El líder que delega:
Proporciona poca dedicación a la
tarea y a la relación de apoyo. Los empleados poseen alto grado de Madurez
(M4), tienen confianza en sí mismos por lo que pueden y quieren
responsabilizarse de su trabajo.
De acuerdo con la teoría de Hersey y
Blanchard el líder debe conocer perfectamente el nivel de preparación
(madurez) de sus trabajadores y el trabajo a realizar por cada uno para así
poder adaptar su estilo de liderazgo a la situación concreta de su
organización.